¿Por qué parece que no hay o no vemos milagros hoy en día?
Un día me desperté con esta inquietud en mente. Muchas personas dicen que los milagros ya no existen, o que las historias bíblicas son solo metáforas. “¿De verdad Dios abrió el mar? ¿Jesús multiplicó los panes? ¿Resucitó a un muerto? Porque si fuera cierto, entonces hoy también deberíamos ver milagros”.
Pero quiero decirte algo: Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, y los milagros no han desaparecido. Siguen ocurriendo
Los milagros siguen existiendo, pero a veces olvidamos mirar lo que tiene que ocurrir antes de que sucedan.
Y hay un versículo que siempre me viene a la mente: “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos” (Mateo 13:58). Para que Dios actúe, necesita encontrar fe en nosotros.
Entonces quiero explorar los motivos por los cuales parece que no hay milagros o no los podemos ver…

Por falta de fe
- Por la fe Abraham obedeció (Hebreos 11).
- Por la fe Noé construyó el arca.
- Por la fe la mujer tocó el manto de Jesús y fue sanada (Mateo 9:20-22).
- Por la fe el centurión recibió el milagro (Mateo 8:5-13).
- Por la fe Ester actuó y Dios salvó a su pueblo.
“Sin fe no es posible agradar a Dios”
Luego pensé que en la Palabra dice: “no tienen porque no piden.”

Por falta de oración y no pedir
- “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.” (Mateo 7:7).
- “Porque les digo que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en los cielos se la concederá.” (Mateo 18:19).
- “No tenéis, porque no pedís” (Santiago 4:2). “Desean algo y no lo tienen; matan y codician, y no pueden conseguirlo; pelean y luchan, y no tienen porque no piden.”
- Muchos milagros no llegan porque nunca los pedimos en oración. Como dice Jim Goll: “La oración mueve la mano que mueve al mundo.”
Después, recordé que siempre hubo un acto de obediencia; Dios no proveyó el cordero a Abraham hasta que subió al monte con su hijo. Dios invita a dar un paso de fe y obediencia antes de ver el milagro, la obediencia tiene su recompensa.

Por falta de obediencia
- Adán hizo lo que Dios le pidió de poner nombre a todos los animales y Dios lo compensó con una ayuda idónea
- Naamán recibió sanidad cuando obedeció y se sumergió en el Jordán (2 Reyes 5:14).
- “Levanta la vara Moisés” y el mar se abrió
- Jesús pedía acciones: “Levántate y anda” (Juan 5:8), “Ve y lávate.. (Juan 9:7). “Llenan las vasijas con agua”
- La viuda que dio lo que tenia (2 Reyes 4:1-7). “Dame lo que tienes”
- Los panes y los peces se multiplicaron porque alguien entregó lo poco que tenía (Mateo 14:17-20).
“La obediencia abre la puerta a lo sobrenatural.”

Muchos dejamos de orar y actuar justo antes de recibir el milagro…
Por falta de persistencia
- “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).
- Parábola de la viuda persistente (Lucas 18:1-8).
- “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).
- Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró. (2 Tesalonicenses 3:5)
Persiste hasta el final

Dios sigue haciendo milagros, pero muchas veces estamos tan ocupados que no los vemos.
Por distracciones y no ver lo que Dios hace
- “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2).
- “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10).
- “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” (Juan 5:19).
La distracción nos roba lo que Dios hace frente a nuestros ojos.

Señor, abre mis ojos para que vea

Yo a los milagros los llamo arcoíris. 🌈
Un día tuve un sueño en el que estaba en el balcón de mi casa y Dios me decía: “Junta agua y luz”. Entonces fui a buscar unos baldes para recoger agua de lluvia, pero le pregunté: “¿Y cómo junto la luz?”. Él se reía.
Me llevó meses tratar de entender e interpretar lo que significaba ese sueño. Amo los arcoíris, las nubes y los cielos; con mi hermana tenemos la costumbre de juntar fotos de ellos.
En un viaje a Misiones vimos un arcoíris doble y en forma de círculo. En ese momento mi hermana me dijo “Flavia, ¿Qué se forma del agua y la luz?”. Yo contesté: “No sé, la fotosíntesis, la clorofila de las plantas”. Entonces mi hermana me respondió: “No, los arcoíris”.
Ese día lo entendí. Se me grabó en el corazón que Dios quería que yo juntara arcoíris, es decir, milagros. Desde entonces tengo un cuaderno dedicado a escribir cada uno de ellos: los pequeños detalles, las oraciones respondidas, todo lo que Dios hace. Porque sentía que había que escribirlo; nosotros, como seres humanos, tendemos a olvidar.
Por eso Dios siempre mandaba a su pueblo a escribir y recordar. Israel olvidaba con facilidad los milagros de Dios, pero cuando recordamos lo que Él ha hecho, nuestra fe crece, damos testimonio, inspiramos a otros a creer, y transmitimos esperanza.
Contar nuestros propios milagros y oraciones respondidas impulsa también a otros a orar.
Hoy quiero invitarte a tener tu propio “cuaderno de arcoíris” y escribir ahí todos los milagros que Dios hace en tu vida, para que nunca los olvides y para que tu fe y la de otros siga creciendo.
Deja en un comentario algún arco iris, o milagro que Dios hizo en tu vida!!
Flay🐝


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