¿Quién realmente puede decir eso?
¿Alguna vez te preguntaste qué quiso decir Dios cuando dijo “Yo Soy”?¿Qué estaba diciendo Dios cuando se refirió a sí mismo como “Yo Soy”? yo me lo he preguntado y esto es lo que descubrí…

Dios se reveló a Moisés en la zarza ardiente. Y no lo hizo con un nombre común. Le dijo:
“YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14).

Este nombre es profundamente significativo.
Dios se estaba presentando como el Eterno, el Autoexistente, el que no depende de nadie ni de nada.
El que no cambia, no necesita y no se termina.
El que es, fue y será por siempre.
Cuando Dios dice “Yo Soy”, está diciendo:
“Yo soy todo lo que necesitas. Soy el que siempre está. Puedes confiar en mí.”

Pero, ¿qué pasa con los “yo soy” de hoy?

Si alguna vez, como me pasó a mí, practicaste yoga, repetiste mantras, creíste en los chakras o afirmaciones positivas como:
- “Yo soy luz”
- “Yo soy divinidad”
- “Yo soy prosperidad”
- I am divine, I am connected, I am powerful…
…entonces sabés de lo que hablo.
Suena bueno, Paz, amor, luz… pero ¿de dónde viene esa luz?
Por mucho tiempo pensé que estaba haciendo algo bueno, algo espiritual, algo sano. Pero cuando conocí la Palabra de Dios, entendí que todo eso que parecía tan positivo estaba completamente lejos de la verdad. Como todo en la nueva era, es casi igual ….Me estaba poniendo en el lugar de Dios.
El engaño suena espiritual, pero es sutil…
La Nueva Era te dice que descubras tu “yo superior”, que conectes con tu divinidad, que tenés un poder interior esperando ser activado.
Todo se centra en vos:
tu energía, tu sanación, tu manifestación, tu poder.

Es la misma mentira que en el Edén, la misma raíz:
“Serán como Dios” – Génesis 3:5
Pero no somos dioses.
Solo hay uno que puede decir “Yo Soy”, y ese Dios. El Creador de todo.
Jesús, el verdadero “YO SOY”
Y siglos más tarde, Jesús usó esa misma frase:
“Antes que Abraham fuese, YO SOY” – Juan 8:58
Por eso quisieron apedrearlo. Porque se estaba haciendo igual a Dios. Jesús es Dios.
Jesús dijo:
- “Yo soy la luz del mundo” – Juan 8:12
- “Yo soy el camino, la verdad y la vida” – Juan 14:6
- “Yo soy la puerta de las ovejas” – Juan 10:7
Él es.
El Verbo hecho carne. El que estaba en el principio.
Por medio de Él todo fue creado. Y por Él todo se sostiene.
y quizá también te preguntes como yo ¿Y no dice la Biblia que Dios habita en nosotros?
La Biblia dice que somos templos del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19) y que Cristo habita en nuestros corazones por la fe (Efesios 3:17).
Pero eso no significa que somos dioses.
No hay un mini dios en nosotros que hay que despertar.
Dios habita en nosotros por gracia, no porque seamos divinos.
Somos vasijas de barro, no la fuente de poder .
“Si alguien confiesa públicamente que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama.
1 Juan 4:14-15
Dios es amor. El que permanece en amor, en Dios permanece y Dios en él.”

Lo falso no sana
En la Nueva Era te dicen que podés autosanarte, manifestar tu realidad, atraer lo que quieras.
Pero si en una terapia alternativa o curso de sanación no está Jesús, no es verdadero.
Podés poner cristales, mover los muebles, prender sahumerios, repetir afirmaciones…
pero eso no va a sanar tu alma.
No trae verdadera paz. ¿Y Namasté?
Muchos lo usan sin saber, pero en sánscrito Namasté significa:
“Lo divino en mí saluda lo divino en ti”
o
“Yo saludo al dios que habita en ti”
Pero solo hay un Dios, y nosotros no somos Él.
La Biblia no dice que somos dioses.
Dice que somos creación suya, hechos a Su imagen, pero llamados a adorarlo, no a ocupar Su lugar. El primer pecado de Satanás fue el orgullo, y esa es la raíz que quiere pasar a sus hijos: el orgullo de querer ser más que Dios, de ser autosuficiente, de separarse de Él.
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono… subiré sobre las alturas de las nubes, y seré semejante al Altísimo.”
— Isaías 14:12-14
“Queridos hermanos, no crean a cualquier espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas. En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo el que confiese que Jesucristo ha venido en cuerpo humano es de Dios; todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Ustedes han oído que este viene y, efectivamente, ya está en el mundo.
1 Juan 4:1-6
Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo y el mundo los escucha. Nosotros somos de Dios y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño.“
Oración de renuncia
“Dios todopoderoso, en nombre de tu hijo Jesucristo, yo renuncio a todas las obras de Satanás. Yo confieso y renuncio a todas las prácticas ocultistas y pecados ante ti, ya sean personales, o bien provenientes de mi línea familiar.
Yo renuncio a cualquier influencia de mis antepasados y te pido, Señor, que ahora rompas cualquier lazo que Satanás tuviese en mi vida debido a tales influencias. Yo pido que cualquier poder maligno que me haya oprimido en mi vida, sea completamente destruido y sea removido de mí, porque no quiero nada que no provenga del Dios verdadero.
Yo reconozco al Señor Jesucristo como mi salvador, y pido que mi nombre sea escrito en el libro de la vida. Ya que la salvación es por gracia, a través de la fé, y es un regalo tuyo Padre, que deseo recibir desde hoy. Te pido en el nombre de Jesús que el Espíritu Santo me sea enviado para convertirme en hijo/a tuyo y nacer de nuevo. Amén”
Flay 🐝


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