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¿Cuál es tu propósito?-El llamado de eva a todas las mujeres

Una de las cosas que más me fascina es encontrar perlas en la Biblia. Y para encontrar, hay que buscar, explorar, investigar. Hoy Dios me lleva a explorar el significado de Eva, su nombre y su esencia.

Descubrí que el nombre Eva, en hebreo חַוָּה (Javá), significa vida o la que da vida. Proviene del verbo חָיָה (jayah), que significa vivir o dar vida. Eva fue la primera mujer creada por Dios, y todas las mujeres llevamos su esencia. Fuimos creadas para dar vida y también para vivir una vida abundante.

Otra característica importante es que, como dice en Génesis 2:18, Eva fue creada para ser la ayuda idónea del hombre. En hebreo, la palabra “idónea” es ‘ezer (עֵזֶר), que significa soporte, fuerza, poder que puede salvar. También se puede traducir como equivalente, lo que habla de igualdad en valor, aunque con funciones distintas. Esta misma palabra se usa en otros pasajes para referirse a Dios como nuestro ayudador.

Pero desde el principio, el enemigo ha intentado robar la esencia de todo lo que Dios crea. Y la mujer fue una de sus primeras víctimas. Eva fue tentada por Satanás y pecó, pero no se dejó paralizar por su pasado. Aceptó las vestiduras que Dios le dio, escuchó su voz, reconoció su error y sus consecuencias… pero siguió adelante. Siguió produciendo lo que Dios le había mandado: dio a luz, caminó con su esposo, y cumplió su llamado de dar vida.

En el libro Extraordinarias mujeres de fe de leí algo que me siento identificada y creo que tu tambien:

“Ella tenía un entorno perfecto, pero esto no la libró de los ataques de Satanás. No nos hace bien pasarnos el tiempo deseando que nuestras circunstancias fueran mejores. Como Eva, nos equivocamos cuando permitimos que nuestra testaruda independencia nos haga desobedecer a Dios. Ceder a la tentación nos roba nuestra relación con Dios. También afecta a nuestros seres queridos.”

Eunice Faith Priddy

La comparación, la queja, la envidia, por ver lo malo como bueno, por sentirnos inferiores y pensar que las otras mujeres viven vidas mejores a las nuestras. Querer tener el control de todo , querer ser independientes, nos lleva a caer en la tentación y salir del Paraíso que Dios creo para cada una de nosotras.

Las mujeres fuimos creadas para crear, para dar vida a todo lo que tocamos, para ser complementarias, y uno con el hombre. Pero como el enemigo conoce nuestra esencia (mucho más que nosotras mismas), constantemente intenta destruirla. Nos llena la mente de pensamientos como:

“No servís para nada”, “Todo lo haces mal”
“El hombre es superior a ti”, “Lo que hiciste no tiene perdón, perdiste tu tiempo”, “sos un fracaso”, “Dios no te puede usar así”,
“La mujer no necesita al hombre”,
“No valés nada”…

Y así puedes continuar escribiendo las mentiras que escuchas en tu mente todo el tiempo. Quizá seria un buen ejercicio escribir en un cuaderno lo que creemos de nosotras o escuchamos y confrontarlo con lo que dice Dios de nosotras.

Estos pensamientos buscan paralizarnos, hacernos creer que no tenemos propósito, y que los sueños que Dios sembró en nuestro corazón queden solo como ideas. Porque el enemigo teme todo lo que podríamos llegar a hacer cuando le entregamos nuestros dones y sueños en las manos de Dios.

Quiero compartir una reflexión del libro Mujer, Reposiciónate de Yesenia Then que me animó muchísimo, y espero que también lo haga contigo:

“La esencia y habilidad de cada mujer es ser dadora de vida.
Esto no solo se refiere a la capacidad de dar a luz, sino también a la de dar vida a todo lo que entra en ella y a todo lo que toca.
Cada mujer tiene un vientre físico, pero también un vientre emocional, mental y espiritual.
Dios le dio a la mujer la facultad de recibir cosas, nutrirlas, hacerlas madurar y devolverlas completamente desarrolladas.
En otras palabras, cualquier cosa que le des a una mujer, ella lo va a potencializar.”

Y como expresó el novelista británico William Golding:

“La mujer es una mejoradora, y si se dispone a usar sus facultades, cualquier cosa que le des, ella la llevará a un nivel superior.
Si le das una casa, te dará un hogar;
si le das una idea, te dará un proyecto;
si le das alimento, te devolverá una comida;
y si le das una sonrisa, te dará su corazón.”

Todo lo que necesitás es comprender para qué y cómo Dios te creó.
Una parte esencial de tu diseño es ser dadora de vida… pero también valorar tu propia vida.

Sé que muchas mujeres están siendo atacadas con pensamientos de muerte, de inutilidad, incluso con pensamientos de suicidio. Por eso es tan importante cuidar nuestra mente, y conocer quiénes somos para Dios.

Hoy te invito a hacerle dos preguntas al Señor en oración:

“¿Quién soy para vos, Dios?”
“¿Para qué me creaste?”

Te vas a sorprender, como me sorprendí yo, al escucharlo revelarme poco a poco quién soy para Él. Y cuando sabés quién sos… no hay mentira que pueda detenerte.

“Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.“ Genesis 1:27

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