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No estén tristes, pues el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza

07/09 Nehemias 8.10 10 Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».

 Al oír las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo les dijeron: «No lloren ni se pongan tristes, porque este día ha sido consagrado al Señor su Dios».12 Así que todo el pueblo se fue a comer y beber y compartir su comida, felices de haber comprendido lo que se les había enseñado.

Esta historia me hizo sentir identificada con el pueblo que cuando le leyeron la ley por primera vez, comenzaron a llorar y se pusieron tristes, cuando me di cuenta leyendo la Biblia que estaba haciendo cosas fuera de Dios, cosas que lo ofenden y no son de El sino que estaba viviendo una vida basada en creencias erróneas, en mentiras me puse muy mal y estuve muy triste, pero luego sentí que en realidad tenía que estar feliz de haber comprendido lo que el Espíritu Santo me enseñó y que Dios me había salvado y me estaba dando una vida nueva en él y con él. El me quiere compartir Su Gozo para que este sea mi fortaleza. Es algo que estoy aprendiendo a tener y cada vez sintiendo más: Su Gozo, es algo que le pedí a Dios y siempre oro que me de su Gozo, que me haga sentir su gozo, el gozo verdadero, no lo que sentimos por cosas mundanas , cuando nos compramos algo nuevo, cuando nos vamos de viaje, cuando comemos algo rico, cuando nos sale bien algo, cuando estamos con personas que amamos  o haciendo algo que nos gusta,cuando estamos sanos o llenos de energía, estos gozos siempre están condicionados a circunstancias que consideramos buenas o favorables, condicionados a algo que nos agrada, pero el Gozo de Dios no está condicionado a nada, ni depende de nada, solo de EL. Esos gozos y alegrías mundanos  puede ser robados, limitados, en un segundo pueden tener fin en cuanto cambian las circunstancias desaparece la alegría, en cambio el Gozo y la alegría de Dios nada ni nadie los pueden robar, ni siquiera las circunstancias nefastas o desastres a nuestro alrededor, permanece firme, ilimitado, como el Gozo que sintió David, Pablo, Habacuc. Como dice en Gálatas 5.22 El Fruto del Espíritu Santo es Gozo.

Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia  y de dicha eterna a tu derecha. Salmo 16.11

Justamente estoy estudiando Habacuc y me enseño mucho de este tema, el empieza su libro  con una seria de preguntas a Dios, parece abrumado por las circunstancias que lo rodean 1.3 ¿Por qué me haces presenciar calamidades?
    ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Y luego al final pone sus ojos en Dios y todo cambió ya no está bajo el control de las circunstancias o ansioso por su causa, en lugar de dejarse dominar por las contingencias del mundo, Habacuc puso su esperanza en Dios, Dios es la fuente de su fuerza y alegría, se da cuenta que ha sido llamado para propósitos más altos. Habacuc no oculta los problemas que le preocupan, ni los subestima , en lugar de ello descubre que Dios es suficiente en medio de las dificultades. En Habacuc me sentí identificada como el pase  y estoy transitando de la duda  a la fe, de la queja a la confianza, del hombre a Dios, del valle a la cima

Aunque la higuera no florezca,
    ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
    y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
    ni ganado alguno en los establos;
18 aun así, yo me regocijaré en el Señor,
    ¡me alegraré en Dios, mi libertador!

19 El Señor omnipotente es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas. (Hab 3.17-19)

Oración: Dios dame y permite que viva bajo tu Gozo y tu alegría todos los días de mi vida, que ellos sean mi fortaleza en los días de angustia y pruebas  y hazme caminar por las alturas! Amen

Flavia

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